De ese número, 3000 eran personas con cánceres agresivos o en fase terminal. Por falta de un protocolo para atender a los pacientes oncológicos que podrían estar infectados con el coronavirus, el INEN, por ejemplo, redujo en 25 % las cirugías programadas y en 50 % las sesiones de quimioterapias y radioterapias.
Con la llegada de la covid-19 al Perú, pronto todos los hospitales y clínicas comenzaron a colapsar. Para enfrentar este problema, el Gobierno dispuso que todo el sistema público de salud (personal médico, suministros, recursos, transporte etc.) se enfocara en atender la emergencia. Esto originó, sin embargo, que miles de personas con otras dolencias como los oncológicos se vieran afectados.
Uno de esos pacientes perjudicados fue la señora Zoila Angulo Salcedo (86 años), que dos semanas antes de la llegada de la covid-19 al Perú (el 6 de marzo se conoció el primer caso) fue diagnosticada con un carcinoma estadio II en la mama izquierda que, según su sobrino Carlos Angulo, debía ser extirpado en forma urgente porque había el riesgo de que progrese. La cirugía estaba programada para la tercera semana de marzo, pero por causa de la pandemia, la señora Zoila tuvo que esperar hasta el 13 de julio, día en que la operaron.
«Gracias a Dios la cirugía fue un éxito, sin embargo la familia vivió meses de angustia y de mucha preocupación», cuenta Carlos hoy más tranquilo por la salud de su tía.
Durante los meses más críticos de la pandemia (marzo-julio) no solo cientos de pacientes oncológicos en el país perdieron cirugías programadas, hubo también miles de personas que no pudieron continuar con sus sesiones de quimioterapias y radioterapias, y otros tantos no lograron recoger sus medicinas.
Un informe de la ONG Esperantra revela que durante esos meses el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), por ejemplo, redujo en 25 % las cirugías programadas, y en 50 % las quimioterapias y radioterapias. Igualmente, en 62 % disminuyó las consultas externas.
Sobre la situación que tuvieron que pasar miles de pacientes oncológicos durante los primeros meses de la pandemia, el portal Lima Gris conversó con el doctor Mauricio León Rivera, jefe de la Unidad de Mastología de la Clínica Ricardo Palma.
—Doctor, ¿cuántos pacientes oncológicos se vieron perjudicados por la pandemia de la covid-19?
— Al año se presentan 66 mil casos nuevos de cáncer, y en los 4 meses que el sistema de salud del país se vio colapsado por la pandemia, unos 20 000 pacientes no pudieron ser atendidos por diversos factores. Por ejemplo, muchos médicos con morbilidad y mayores de 65 años fueron enviados a sus casas; esto originó que no hubiera doctores y técnicos suficientes. Sin embargo, el factor más importante, es que no se contaba con un protocolo de cómo atender a los pacientes oncológicos que podrían estar infectados con el coronavirus.
—Esto es grave
—Lo que pasa es que nadie estaba preparado para esta pandemia. De un momento a otro los médicos no supimos qué factores debíamos tomar para el tratamiento del paciente oncológico con la covid-19; igualmente, qué decisiones tener en cuenta para realizar una cirugía de cáncer; y cómo hacer para que los pacientes no pierdan el recojo de sus medicinas sin tener que exponerlos al contagio del virus.
—¿Por eso todo se paró?
—Así es. En mi caso, yo estuve más de cuatro meses sin trabajar. Dejé de operar a 60 pacientes que requerían cirugías, como fue el caso de la señora Zoila, y perdí 1000 consultas oncológicas, aproximadamente.
La ONG Esperantra afirma que fue recién el 30 de abril pasado que el INEN hizo público un documento para la prevención, atención y manejo de pacientes con cáncer durante la pandemia. Esto es, casi dos meses después de que el Gobierno dispusiera la emergencia sanitaria, que fue el 11 de marzo.
—De esos 20 000 pacientes oncológicos perjudicados por la pandemia, ¿cuántos vieron su salud más deteriorados o inclusive perdieron la vida?
—Se calcula que unas 3000 personas que sufren de cáncer agresivo como los de pulmón, páncreas, o lo que están en la fase terminal, fueron los que se vieron más perjudicados. Y sobre cuántos de ellos perdieron la vida, eso es difícil saberlo. Aún no existen estudios.
—¿Por qué muchos peruanos llegan a los centro de salud en una fase terminal donde muy poco se puede hacer para salvarle la vida y lo único que queda son tratamientos paliativos?
—Son varios los factores.Entre los más importantes tenemos el temor al cáncer, las razones económicas, sociales y culturales. Pero también el no contar con un seguro que les pueda cubrir el 100 % del tratamiento; esto es, consultas, quimioterapias, radioterapias, medicinas y cirugía si fuese el caso.
—¿Cuántos asegurados tenemos?
—Según la ONG Esperantra, en el país solo el 61,2 % de los peruanos es asegurado al Sistema de Integral de Salud; y el 31,9 % a EsSalud. El resto, el 6,9 %, o es parte de un seguro privado o está abandonado a su suerte.
—¿Una realidad que el seguro universal contra el cáncer recientemente promulgado por el Gobierno espera cerrar?
—Ojo, esa norma solo cubre a los menores de 18 años; la situación de los adultos sigue siendo la misma.
—Debido al aumento de casos de la covid-19 en Europa, las autoridades del Perú ya vienen hablando que una segunda ola del coronavirus llegará al país a fines de noviembre o inicios de diciembre. Para evitar que los pacientes oncológicos queden nuevamente abandonados, ¿qué medidas el Ministerio de Salud debe tomar?
—Es necesario reforzar los servicios de telemedicina en los establecimientos médicos públicos y privados, especialmente en sus modalidades de teleconsulta o teleorientación. De esta forma, a través de una atención remota con médicos especialistas, se podrá garantizar la continuidad de los controles.
—Tengo entendido doctor que usted está lanzando una plataforma de inteligencia artificial para dar teleconsultas a los pacientes oncológicos, que por alguna razón no pueden acceder a una cita presencial. ¿Qué me podría contar al respecto?
—Así es. Es una plataforma llamada Mauchis que no solo brindará teleconsultas a los pacientes oncológicos, sino que también permitirá a los usuarios conocer con un lenguaje sencillo cómo prevenir el cáncer. En un principio, la plataforma difundirá información sobre el cáncer de mama y cuello uterino, y posteriormente con todos los demás tipos de cáncer.
—Los interesados, ¿cómo pueden acceder a esta plataforma?
—Solo tienen que aceptar a Mauchis en el Messenger del Facebook y con ello accederán a información validada sobre cáncer en forma real. La plataforma, que estará disponible en enero próximo, funcionará las 24 horas de los 365 días del año.
—¿Cuáles son los cánceres más frecuentes en adultos y menores en el país?
—En los adultos las neoplasias más frecuentes son el cáncer de cuello uterino, el cáncer de mama y el cáncer de la próstata; siendo los de mayor mortalidad los de próstata y estómago, en el caso de los varones; mama y cérvix, en el caso de las mujeres; y colorrectal, en ambos sexos.
En los menores de 15 años, de acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud, la leucemia es el cáncer más común (la tercera parte del total de casos), seguido de los tumores cerebrales (20 %) y linfomas (12 %).
—¿Cuántas personas mueren por estas neoplasias al año?
—Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática, el cáncer es considerado la primera causa de muerte en la población desde el 2015, el cual ha ocasionado 130 muertes por cada 100 mil habitantes. Es así que, cada año en el Perú se diagnostican más de 66 000 casos nuevos de cáncer y se estima que fallecen cerca de 32 000 personas por esta enfermedad.
—¿Cómo podemos evitar contraer el cáncer?
—Lo más recomendable es contar con un estilo de vida saludable; esto es, comer más fibras, frutas y verduras, reducir al máximo los alimentos procesados, beber dos litro y media de agua, etc. Igualmente hacer más ejercicios, consumir menos alcohol y tabaco, etc. Y visitar de forma periódica al médico.
La covid-19 se encuentra en el Perú desde inicios de marzo y sin bien el número de contagiados y personas que fallecen por causa de este virus ha disminuido, eso no significa que lo hayamos controlado y menos derrotado.
En la última pandemia que vivió el Perú (1918-1920), fue la segunda ola de la gripe española (mediados de noviembre de 1918 a febrero de 1919), la que más muertes causó porque la gente se despreocupó en verano. Siendo las ciudades de Lima, Trujillo e Ica las más afectadas.
Según el doctor Elmer Huerta, especialista en salud pública, lo que falta saber en el caso de la covid-19, es si la intensidad y principalmente la mortalidad de este virus en la segunda ola será igual o peor que cuando llegó a inicios de marzo de este año.
Ante la posibilidad de que los pacientes oncológicos se vean perjudicados nuevamente por la pandemia, el oncólogo Mauricio León recomienda a las autoridades permitir la reprogramación y la programación de citas a fin de brindar la atención debida, considerando siempre los protocolos de bioseguridad y las citas escalonadas para reducir las aglomeraciones, y así evitar que los ambientes de los hospitales y clínicas se conviertan en nuevos focos de infección de la covid-19.
La ONG Esperantra por su parte sugiere se transfiera de manera inmediata a los pacientes atendidos en los hospitales del Minsa y los que no son del Minsa, a los institutos especializados en cáncer, y para ello propone se homologue y acepten las pruebas de diagnóstico procedentes de los hospitales de origen a fin de no perder recursos, saturar los servicios de los institutos y sobre todo que se brinde continuidad de tratamiento a pacientes con cáncer, priorizando a los que se encuentran más graves.
Igualmente recomienda se compartan estrategias, experiencias y resultados iniciales de algunas de las medidas que en el extranjero se han ido implementando como protocolos de atención a pacientes oncológicos en tiempos de la covid-19. Y para ello, pone como ejemplo la experiencia de España, donde la Unión Internacional contra el Cáncer reunió a los líderes del Instituto Catalán de Oncología y del Hospital del Mar Parc de Salut de Barcelona, para compartir las experiencias del sistema de salud español.
«Si tomamos sus experiencias y las adaptamos a nuestra realidad podríamos estar mejor preparados para afrontar la segunda ola de la pandemia», asegura Carla Ruiz, directora de Esperantra.