Perú | Raúl Vera. La experiencia de la Alianza Cr3ce ha permitido a 15 000 personas de las zonas de desarrollo alternativo de San Martín, Huánuco y Ucayali acceder a los beneficios de los servicios financieros y mejorar sus condiciones de vida.
A pesar de que en los últimos 20 años el país registró un crecimiento económico por encima del 2,5 %, que permitió que 7 millones de personas dejaran de ser pobres, el acceso a los servicios financieros no avanzó al mismo ritmo.
Según la Superintendencia de Banca y Seguros, en el Perú 4 de 10 personas acceden al servicio financiero, y en lugares remotos, como la selva, esta cifra es de solo 2 por cada 10 personas.
Esto es producto a que el 75 % de la población económicamente activa son trabajadores informales, y a la alta informalidad en el segmento de microempresas, donde el 50 % de negocios no es formal. Otros factores son el geográfico, la dispersión de los centros poblados, los exigentes requisitos que las entidades bancarias piden, etc.
Debido a esta realidad, por ejemplo, los bonos familiares que aprobó el Gobierno para mitigar el efecto económico de la pandemia en la población más vulnerable no llegaron a todos.
Con el fin de que estas personas puedan acceder a los servicios financieros y mejoren sus condiciones de vida, en el 2015 el Gobierno diseñó la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) como un instrumento de política pública.
Es así como se planteó siete líneas de acción en materia de ahorro, pagos, financiamiento, seguros, protección al consumidor, educación financiera y grupos vulnerables.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la ENIF, aún no se ha podido cerrar esa brecha, por lo que miles de peruanos continúan sin poder acceder a los beneficios de la inclusión financiera, como son el acceso al crédito, transferencias de remesas, ahorro, presencia de agentes corresponsales para el pago de servicios, seguros, etc. La gran interrogante, entonces, ¿cómo hacemos para que más personas accedan a los servicios financieros, sobre todo en zonas, como la selva, donde el porcentaje es mínimo?
La experiencia de Alianza Cr3ce
En el 2018 nace la Alianza Cr3ce, una iniciativa de Cedro, USAID y empresas del sector privado, que busca modernizar y diversificar los mercados locales en las zonas de desarrollo alternativo de San Martín, Huánuco y Ucayali, por medio de la conectividad a internet y el fortalecimiento de las habilidades para el uso de las tecnologías de información y comunicación, así como promocionar la expansión de la oferta y la demanda de productos y servicios financieros.
Héctor Madariaga, gerente de Mercados Financieros Rurales de Cedro, sostiene que gracias al trabajo de la Alianza Cr3ce, 101 localidades de San Martín, Huánuco y Ucayali cuentan con internet; y más de 15 000 personas han sido capacitados en alfabetización digital y educación financiera antes de acceder a los servicios financieros.
“Nuestros alumnos no solo han aprendido a usar las herramientas digitales, elaborar un presupuesto, ahorrar o solicitar un crédito, sino también a desarrollar competencias, habilidades y actitudes para sacar adelante sus emprendimientos de negocio y mejorar sus condiciones de vida”.
Milagritos Peña es uno de esos tantos alumnos que participaron del componente de inclusión financiera, del Programa de Innovación Rural, desarrollado por la Universidad del Pacífico, y del Programa para Emprendedores Digitales, implementado por la empresa Caudal de Laboratoria, que hoy ha logrado hacer crecer su negocio.
“Empecé en el 2018 vendiendo 10 polos en una pequeña tienda de ropa en Uchiza, San Martín. Hoy, gracias a los cursos de la Alianza Cr3ce y a la inclusión financiera que me permitió acceder a créditos, estoy vendiendo más de 100 polos; además de gorros, poleras y pronto souvenirs; y no solo en Uchiza, sino también en Tingo María, Juanjuí, Pucallpa, Tocache y, próximamente, en Tarapoto”, señala la gerente general de Milishap.
Héctor Madariaga manifiesta que el componente de inclusión financiera de la Alianza Cr3ce busca promover que las entidades financieras lleven sus servicios a la Amazonía, principalmente a las localidades rurales. Asegura que han logrado que cuatro instituciones financieras adapten sus servicios y abran oficinas en lugares remotos para atender a los pobladores de esas zonas.
Asimismo, promuevan la innovación de productos y servicios financieros en la Amazonía, y para ello, agrega, han convocado a 10 fintech y 2 startup para que adapten sus plataformas digitales y lleven sus servicios financieros de manera digital a las zonas rurales.
“Por ejemplo, gracias a la fintech Tappoyo, que ha desarrollado una plataforma digital en Curimaná, Ucayali, hace tres meses las mujeres emprendedoras de esta localidad, que no podían acceder a un crédito porque no hay una entidad financiera cerca, y si lo hay piden muchos requisitos que no pueden cumplir, lograron un crédito de manera digital desde su celular. Siendo esta experiencia la primera en América Latina”, asegura el gerente de Mercados Financieros Rurales de Cedro.
Melani y Tania son dos moradoras de Curimaná, que gracias al crédito que pudieron acceder, han hecho realidad el sueño del negocio propio.
Tania cuenta que ha montado una bodega de víveres, donde gracias a las ganancias que obtiene hoy sus hijos se alimentan mejor.
Héctor Madariaga, agrega, que otro ejemplo lo encontramos en la startup Agros, que ha elaborado una billetera digital de identidad a los agricultores que no son visibles frente a las entidades financieras o frente a sus compradores de productos como café o cacao, porque no cuentan con evidencias de un título de propiedad, de la producción que cosechan, etc.
“En esta billetera digital de identidad encontramos información personal, productiva, comercial y económica del agricultor, que le permite acceder a servicios financieros tales como préstamos 100 % digitales, sin necesidad de desplazarse largas distancias, recibir costosas visitas de ejecutivos o entregar documentos físicos”, refiere.
Madariaga afirma que la billetera digital de identidad también ha permitido a muchos agricultores de San Martín, Huánuco y Ucayali poder vender sus productos a varios países de Europa, donde la billetera es aceptada.
Ecosistema financiero
Actualmente en muchos lugares del país, hay negocios que no aceptan la tarjeta de débito o crédito, como también la billetera móvil, como medio de pago. Por esa razón, Héctor Madariaga afirma que la Alianza Cr3ce está trabajando para desarrollar un ecosistema financiero digital en las regiones de San Martín, Huánuco y Ucayali, para que las bodegas, farmacias, mercados, etc., acepten las tarjetas o la billetera digital, tal como sucede en las ciudades.