La Universidad King’s College de Londres reveló que vapear sería menos dañino que fumar al reducir los riesgos de contraer cáncer, enfermedades pulmonares y cardiovasculares. ¿Será cierto esto?

Cada año en el mundo fallecen 8.2 millones de personas a causa del tabaco, y de ellas 1 millón se producen en las Américas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el Perú, datos del Ministerio de Salud (Minsa) revelan que por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco las muertes llegan a 22 000 personas.

Para hacer frente a la epidemia del tabaquismo, la industria tabacalera desde el 2003, año en que el farmacéutico y fumador chino Han Lik desarrolló el primer cigarrillo electrónico, viene promoviendo y financiando “estudios” que respalden la tesis de que los cigarrillos electrónicos o vapeadores son mucho menos dañinos que los cigarrillos convencionales, por lo cual son una alternativa para dejar de fumar.

En esa línea, un reciente estudio de la Universidad King’s College de Londres reveló que vapear sería menos dañino que fumar al reducir los riesgos de contraer cáncer, enfermedades pulmonares y cardiovasculares. La investigación se basó en más de 400 informes sobre el vapeo y los pro y contras de fumar.

Al respecto, el presidente de la Asociación de Vapeadores del Perú, Jorge Palma, recalcó la importancia de realizar gestiones públicas que ayuden a las personas a dejar de fumar. Por esta razón respaldó el estudio británico y aplaudió el esfuerzo de este país por reducir la tasa de fumadores a través del vapeo.

“Debería brindar tranquilidad a los servicios de salud y mayor seguridad a los gestores de acciones públicas para alentar a los fumadores que no pueden dejar de fumar a cambiar por los cigarrillos electrónicos que, como productos de daño reducido, beneficiará a la salud de la población”, precisó Palma.

¿El cigarrillo electrónico es realmente menos dañino que el cigarrillo convencional como concluye el estudio de la Universidad King’s College?

La OMS en 2019, en el reporte The Global Tobacco Epidemic, dejó muy en claro que los cigarrillos electrónicos son indudablemente dañinos a la salud debido a que todos ellos contienen nicotina y sustancias peligrosas como metales, compuestos tóxicos en el aerosol, etc., por lo cual no aconseja su uso como estrategia para dejar de fumar.

Sobre los peligros del uso de la nicotina en la salud del fumador, el doctor Marco Almerí, especialista en salud pública, señala que cuando esta sustancia ingresa al torrente sanguíneo aumenta la presión arterial, el ritmo cardiaco y, con el tiempo, afecta las venas y las arterias, provocando afecciones cardiacas y accidentes cerebrovascular.

Según Almerí, los cigarrillos electrónicos contienen la nicotina de 20 cigarrillos convencionales, razón por el cual son muy peligrosos para la salud de las personas, sobre todo en los adolescentes y mujeres embarazadas.

En los adolescentes, señala, el consumo prolongado del cigarrillo electrónico ocasiona daños en el cerebro aún en desarrollo del niño, afectando la memoria, la concentración, el aprendizaje, el autocontrol, la atención y el estado de ánimo. En mujeres embarazadas, asegura, el consumo de la nicotina afecta el cerebro y los pulmones del feto; además de provocar el síndrome de abstinencia en el futuro bebe.

“Los niños que nacen de una madre fumadora, en la adultez tendrán una mayor predisposición para consumir drogas”, acota el especialista en salud pública.

En el sistema pulmonar, la doctora Mariana Usuga David, magister en drogodependencias de la Facultad de Medicina de la Universidad CES, de Medellín, Colombia, señala que se ha encontrado en los fumadores irritación de las vías aéreas, hipersecreción de moco, aumento de síntomas respiratorios en pacientes con asma, fibrosis quística y enfermedad obstructiva crónico producto de los componentes tóxicos del cigarrillo electrónico.

Asimismo, se ha reportado eritema e irritación de la mucosa en usuarios de cigarrillo electrónico que son previamente sanos, y en casos más graves se ha encontrado daño bronquial. “Los usuarios de cigarrillo electrónico tienen más aumento de las exacerbaciones por asma, la severidad y el control de estas”, señala la doctora Usuga.

La neumóloga Doris La Chira, del hospital Sisol de La Victoria, afirma que los cigarrillos electrónicos son muy peligrosos para los asmáticos, toda vez que el vapor puede cerrar los bronquios, generando una crisis asmática que, de no ser tratada a tiempo, puede ocasionar la muerte de la persona.

Vapear también perjudica

Un estudio titulado ‘Efectos nocivos del cigarrillo electrónico para la salud humana‘ mostró en jóvenes sanos y ocasionales y fumadores de mediana edad que a los 15 minutos de estar expuestos al aerosol de un cigarrillo electrónico de 60 W se les alteraba el intercambio gaseoso; además, tuvieron reducción del flujo espiratorio y aumento en las concentraciones en sangre de la proteína especifica de pulmón CC16, la cual es secretada por las células cercanas a los bronquios terminales, por lo que se sugiere que el cigarrillo electrónico puede causar un daño agudo en las vías respiratorias pequeñas.

Todos estos hallazgos llevaron a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos a introducir el término Evali para describir las lesiones y/o enfermedades pulmonares relacionadas con los cigarrillos electrónicos o vapeo.

Si bien Perú no reporta oficialmente personas con afectación pulmonar por causa de los cigarrillos electrónicos, en otros países como los Estados Unidos si se tiene conocimiento de casos.

Al 5 de noviembre de 2019, los CDC registraron 2 051 casos de lesiones pulmonares asociado al vapeo, y 39 muertes fueron confirmadas, según el Health CO on Sand. Smoking and Tobacco Use; Electronic Cigarettes [Internet]. Centers for Disease Control and Prevention. 2020 [citado 11 de septiembre de 2020].

Cabe señalar que, de los 2 051 casos de lesiones pulmonares, el 70 % eran varones con una edad promedio de 24 años, mientras el 79 % era menores de 35 años.

Los cigarrillos electrónicos no solo contienen nicotina, sino también 80 compuestos dañinos, tal como lo revela la National Academies of Sciences Engineering, and Medicine 2018. Así tenemos el formaldehído (un conocido cancerígeno), el acetaldehído (un posible carcinógeno), la acroleína (toxina) y metales como níquel, cromo, arsénico y plomo.

La exposición de los fumadores a estos compuestos con el tiempo eleva el riesgo de la aparición de varios tipos de cánceres, afirma el doctor Mauricio León Rivera, cirujano oncólogo y director médico del Centro Detector de Cáncer.

Entre los cánceres más comunes, resalta, tenemos el de pulmón, garganta, riñón, páncreas, hígado, vejiga, cuello uterino, y un tipo de leucemia.

Una investigación llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Keck de la USC concluyó que el uso de cigarrillos electrónicos está relacionado con cambios biológicos adversos que pueden causar enfermedades como el cáncer oral en las personas que vapean, incluso aquellas que anteriormente no fueron fumadoras.

COMPONENTES DEL CIGARRILLO ELECTRÓNICO

Diversos estudios demuestran que vapear o el uso de los cigarrillos electrónicos, aunque menos perjudicial, también tiene efectos negativos para la salud.

“Nuestro estudio, por primera vez, investiga los efectos biológicos del vapeo en usuarios adultos de cigarrillos electrónicos, al mismo tiempo que toma en cuenta su exposición pasada al tabaquismo”, dijo Ahmad Besaratinia, Ph.D., autor correspondiente y profesor de investigación de población y público y Ciencias de la Salud en la Escuela de Medicina Keck.

“Nuestros datos indican que vapear, al igual que fumar, está asociado con la desregulación de los genes mitocondriales y la interrupción de las vías moleculares involucradas en la inmunidad y la respuesta inflamatoria, que gobiernan la salud frente al estado de enfermedad” puntualizó.

¿El cigarrillo electrónico puede ser una herramienta para dejar de fumar?

Algunas personas tratan de disminuir la cantidad de cigarrillos que fuman o tratan de dejarlo por completo mediante el uso de los cigarrillos electrónicos, al mismo tiempo que siguen fumando los cigarrillos regulares. Eso se llama doble uso. Pero el uso doble no es una manera eficaz de salvaguardar la salud.

El doctor Marco Almerí asegura que el doble uso lo que va a generar en el fumador son dos problemas:
más adicción y más afección de la salud.

Un informe de la Academia Nacional de Ciencias de abril de 2019 identificó que la evidencia para afirmar que el cigarrillo electrónico sea efectivo como estrategia para dejar de fumar aún es insuficiente, a diferencia de las terapias de reemplazo de nicotina, que además de ser aprobaba por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) si han demostrado ser efectivas para ayudar a dejar de fumar en usuarios de cigarrillos tradicionales y no generan tanta dependencia como si lo hace el cigarrillo electrónico.


Algunos estudios dicen que hay fumadores activos que disminuyen el consumo de cigarrillo, pero realmente la evidencia científica es de baja calidad y presenta sesgos importantes.

Regulación

La falta de información científica ha llevado a la OMS ha recomendar a los países miembros a regular la producción, distribución y comercialización de los cigarrillos electrónicos.


De acuerdo al Instituto para el Control Global del Tabaco, en el mundo hay 21 países que restringen la venta de los cigarrillos electrónicos con nicotina: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Costa Rica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Fiji, Finlandia, Francia, Hungría, Jamaica, Japón Malasia, Nueva Zelanda, Noruega, Filipinas, Portugal, Suiza y Suecia. A esta cifra se le suma Panamá y la India, que prohibieron la venta a raíz de la dependencia que generaba este dispositivo en los jóvenes.

Por su parte, la FDA de los Estados Unidos lo tipificó como producto de tabaco desde 2016, y actualmente está revisando su política para imponer mayores restricciones.


La Unión Europea también estableció regulaciones estrictas desde mayo de 2016. Entre ellas: volumen máximo y concentración de nicotina, mayor información a los consumidores, máximo de 10 mg de concentración de nicotina por cartucho, etc.
¿Y en Perú se ha restringido o prohibido la venta o el uso? Hasta el momento nada. ¿Por qué?


Carmen Barco, directora adjunta de Cedro, comenta que, en el mundo, los países han establecido varios tipos de regulaciones. Uno de ellos es la prohibición de la comercialización de los cigarrillos electrónicos como lo ha hecho Panamá, que desde el pasado 30 de junio a través de la Ley N.º 315 prohibió el uso, la importación y la comercialización de este dispositivo y de otros similares, con o sin nicotina. “Esta posición es la que el Perú iba a tomar a través de un decreto supremo del Minsa, pero no prosperó debido a la pandemia de la COVID-19 y a la muerte repentina de Edgar Bellido”, afirma.


CONTROL GLOBAL DEL TABACO, 2019

La otra medida que algunos países han adoptado es la regulación como producto terapéutico para dejar de fumar y así no se vendan libremente como ahora. Y la tercera es la regulación como producto de tabaco, tal como se hace ahora con los cigarrillos convencionales; es decir, prohibir su consumo en lugares públicos, no vender a menores de edad, etc.

Hugo Córdova, psicólogo y gestor de proyectos, afirma que, en el Perú, como en el resto de países de la región, no se aplica ninguna de las regulaciones por la influencia de las corporaciones tabacaleras en los círculos políticos y tomadores de decisión.

En Perú, desde el 5 de abril de 2006, está vigente la Ley N.º 28705, ley que regula los productos con tabaco, pero que no dice nada de los que contienen nicotina u otros componentes.



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(3)
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Por Raul Vela

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