Estamos en el proceso de desescalada, lo que venimos en llamar la nueva normalidad. Así he comenzado la crónica para el programa informativo Notivisión que se emite en directo a través de Red Uno, en Bolivia.
El Ministerio de Sanidad ha vuelto a reajustar las cifras de muertos por coronavirus y confirma unos 27.000 fallecidos. Son casi 2000 menos que ayer, y no es que hayan resucitado sino que, los datos ofrecidos por las distintas comunidades autónomas no concuerdan con los oficialmente registrados como fallecimientos.
Si antes se facilitaban las cifras de muertos a diario, ahora nos llegan por semanas. Y esta última, se ha notificado el fallecimiento de 35 personas.
Si que os puedo decir que se respira un ambiente distinto al de semanas atrás, aunque salimos a la calle, todavía, con el miedo en el cuerpo.
El uso de la mascarilla, ahora sí, es obligatorio.
Esta desescalada se mide en España por peldaños. Hay 3 fases, que van de la fase 0 a la fase 3, que será cuando acabe la cuarentena. Más de la mitad de comunidades autónomas están en la fase 1 y el resto en la fase 2.
Por ejemplo, las Islas Baleares y canarias son en las que el fin de la cuarentena está más cerca, incluso pueden ir a la playa y darse el primer baño, ya preparan los hoteles en espera de que si no hay cambios, a partir del 1 de julio, puedan llegar los primeros turistas extranjeros, queda por ver con qué medidas preventivas.
Por ahora, seguimos con cautela la evolución de esta desescalada. En ciudades como Madrid o Barcelona, donde todavía estamos en la Fase 1. Siguen cerradas las escuelas y los grandes centros comerciales. Se han comenzado a abrir los comercios y los bares, eso sí, con limitaciones.
Se permiten reuniones de hasta 10 personas, las terrazas están al 50 por ciento de su capacidad y hay aforo limitado en locales comerciales.
Puedes ir a la peluquería pero, según las dimensiones del local, sólo pueden atender a 1 cliente, y el siguiente tiene que esperar en la calle. Lo que hace que veamos muchas colas en las aceras.
Y algunas como las llamadas colas del hambre cada vez más largas. Personas, que nunca antes habían acudido a Cáritas, pero que llevan 3 meses sin ingresos, en el paro, y que no tienen ni para comprar alimentos.
Empezamos a conocer por tanto cómo es esa nueva normalidad, que por ahora nos obliga a no bajar la guardia y más cuando por ejemplo hoy hemos sabido que en una fiesta de cumpleaños celebrada en la ciudad de Lleida, a la que acudieron 20 personas, todos se infectaron.
Una muestra más de que, tenemos que estar atentos a los más que probables rebrotes, mantener la distancia social, el uso de mascarilla y lavarnos bien las manos,
A dia de hoy, sí que es verdad que las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales poco a poco casi han vuelto a su ritmo habitual antes de la epidemia y que los hospitales de campaña se han desmontado aunque no del todo, por si hiciese falta volverlos a instalar.
Porque no olvidemos, que según las cifras oficiales, en España han fallecido por la covid-19, más de 27.000 personas y que esta cifra oficial es muy probable que esté por debajo de la real, ya que las defunciones en los últimos meses se han disparado si las comparamos con las registradas en este mismo periodo hace ahora un año. Pero, números al margen, lo que está claro es que la epidemia se ha cobrado en España, miles de víctimas, sólo personas que estaban en residencias de ancianos, son más de 19.000 las que han muerto.
De hecho, el país sigue en Estado de Alarma, hasta el 7 de junio, y el gobierno ha avanzado esta misma tarde que se plantea pedir una nueva prórroga, si el gobierno consigue el apoyo suficiente en el Congreso de los Diputados. Lo que está claro es que la nueva normalidad, no sabemos cómo será, no será como antes.
MAKING OFF
Lo que no se vió y lo que no se ve normalmente. Cómo se preparó y se hizo la conexión en directo desde Barcelona (España) para el programa informativo Notivisión de la Red Uno de Bolivia. Como anécdota, en el directo del informativo, el rótulo que acompañó durante unos segundos la crónica decía: «La situación del covid-19 en Auropa».
Cosas del directo. Como os podeis imaginar, trabajar desde casa tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Peluquería, vestuario, pruebas de sonido, redacción … todo se resume en «haremos lo que podamos con lo que tengamos» y como si de una actividad familiar más se tratase en casa nos pusimos manos a la obra.
En esta ocasión, el directo para Notivisión tuvo una espectadora de excepción, mi hija Ona de 11 años, que me pidió la cámara porque quería explicar con imágenes cómo se hacía un directo desde casa para televisión y cómo no, me voldió a dejar sus auriculares de Pepa Pig. El resultado está en el siguiente vídeo: