El gobierno del Reino Unido ha hecho sonar las alarmas ante el empeoramiento de la situación por la epidemia de la covid 19.
El primer ministro británico, Boris Johnson ha reconocido que «el virus se propaga más rápidamente en Londres, el sudeste y el este de Inglaterra de lo que cabría esperar dadas las duras restricciones que ya existen».
En su intervención pública, Johnson explicó que «parece que esta propagación ahora está siendo impulsada por la nueva variante del virus, que conocimos a principios de esta semana».
Ante el nuevo escenario, el primer ministro británico ha anunciado medidas mucho más estrictas que se empiezan a aplicar a partir de este domingo 20 de diciembre, según anunció en su comparecencia.
«Introduciremos nuevas restricciones en las áreas más afectada, específicamente aquellas partes de Londres, el sureste y el este de Inglaterra que actualmente se encuentran en el nivel 3.
Estas áreas entrarán en un nuevo nivel 4, que será en general equivalente a las restricciones nacionales que estaban vigentes en Inglaterra en noviembre».
A partir de este domingo, se reduce el número de personas que pueden participar en encuentros con amigos y familiares, cierran los bares, pubs y restaurantes, sólo podrán abrir comercios de productos esenciales, los empleados deberán trabajar desde casa siempre que sea posible, se cierran gimnasios y centros de cuidado personal y se establece un aforo limitado tanto en funerales como en bodas.
El profesor Paul Plant ha explicado que «es esencial que hagamos todo lo que podamos para reducir el virus y parar esta nueva variante para evitar su propagación por nuestra geografía. Las restricciones del nivel 4 tendrán el efecto más inmediato mientras la aplicación de la vacuna se continúa aplicando».
El enfermero español, Joan Pons Laplana, que reside en el Reino Unido desde el año 2000 nos explicó en una reciente entrevista su experiencia tras haber probado la vacuna como voluntario.
Recordemos que dentro de apenas 12 días, el Reino Unido saldrá oficialmente de la Unión Europea, a partir de la aplicación del llamado Brexit y queda por ver cómo puede afectar esta desconexión a las relaciones entre este país y el resto del continente en el ámbito económico, pero también en los permisos de trabajo, estudios y en el reconocimiento de éstos de cara al futuro.
